Os ofrezco la eucaristía de este tercer domingo de pascua que acabamos de celebrar en la Comunidad Marianista. La cosa va hoy de peregrinos, caminantes, paseantes, como nuestros niños con sus padres y madres en esta mañana de alivio de confinamiento para gente menuda y progenitores agotados de aguantar a la prole sublevada. Esta mañana he escuchado a algunos a lo lejos contando sus cosas a papá, y la voz cantarina me ha sonado a gloria. En la misa, abierta a todas las casas de nuestras comunidad de fe y de la familia marianista nos hemos alegrado con Moïse y Enock, religiosos marianistas que hoy han renovado sus votos en Cádiz y Burjassot (Valencia). Y hemos querido hacer un guiño a los peques que en este fin de semana esperabais celebrar vuestra primera comunión.
Y así, en medio de nuestra conversación, contando nuestra vida y la de nuestra familia, Jesús se ha puesto a nuestro lado, nos ha escuchado, nos ha cambiado el gris y cansino de nuestra conversación por este rollo del coronavirus, y se quedado con nosotros a compartir la mesa. Total, que domingo a domingo, va calando en el corazón que Jesús ha resucitado, y nos entran unas ganas enorme de volver a nuestra comunidad, y contarlo, y abrazarnos y hacer fiesta. Mientras que llega te propongo y me propongo que repitas a lo largo de la semana en tu conversación con Jesús: QUÉDATE CON NOSOTROS. Porque con él, nuestra historia cambia, la visión se aclara y el corazón arde de pasión y de alegría. Un abrazo amigos y amigas.
Ah, no te olvides, el lunes continuamos con nuestra AYUDA COVID19 con fondos y alimentos para las familias con dificultades para poner la mesa de cada día.