Viernes de dolores. A las puertas de la Semana Santa. Con los ojos puestos en Jesús. Con nuestra historia a las espaldas. Preparando el corazón para contemplar el misterio del amor entregado, del perdón sin límites, de la mesa fraterna, de la soledad, el escarnio, la injusticia y la muerte, condensados en la vida del Hombre capaz de cargar sobre sus espaldas todo el pecado. Viernes de dolores. Dolor y grito del mundo que espera luz, redención, sanación, salvación, resurrección. Hoy en este día que otros años ha podido estar más salpicado de otros sentimientos, planes, expectativas, actividades, vacaciones y encuentros,… prepara el corazón para vivir el Misterio hacia dentro. Porque Dios va a hablarte como nunca, porque Dios necesita entregarse como nunca, porque Dios quiere abrazarte como siempre.
Con la mirada empapada en las cruces de nuestro mundo que hoy son tantas y no solo por el coronavirus, preparemos el corazón para vivir la Semana Mayor de la fe. Esta tarde te invito a caminar con Jesús, a contemplar sus misterios dolorosos de la mano de María. Ella también está al pie del cañón, de pie junto a todas la camas de hospital, manteniendo el tipo y siendo un torrente de compasión y abrazo maternal para toda la humanidad. A ti te suplicamos María de los Dolores: danos tu mano y haznos sentir la fortaleza de tu fe. Buenos días a todos.