Queridas familias:
Un día como hoy algunos de vuestros hijos estarían recibiendo su Primera Comunión, y muchos de nosotros estaríamos celebrándolo con ellos, en Pascua, con alegría, como se merece.
Entonces nos sorprende una inquieta rebeldía… ¿Y vamos a dejar que este día pase? ¿Se nos escape? ¿Tanto tiempo esperándolo, preparándolo para que no llegue? ¿Y ellos, vuestros hijos, cómo están, qué sienten? ¿Qué les dice Jesús?
Ellos y también nosotros, empezamos a estar sedientos de Jesús, de encuentro, de comunidad, de fiesta y de calor.
Sigamos esperando y preparando, porque sin duda Él lo hará, y ese día llegará para ellos, también para nosotros, pero hoy… no podemos evitar animaros a que no dejéis pasar este momento para vivir con ellos un día especial, especialmente bonito, junto a Jesús, rodeado de fiesta y de celebración, en la intimidad de vuestro hogar, como suceden las cosas bonitas… porque un día como hoy, no volverá.
Las grandes alegrías nos llevan un tiempo, un tiempo para preparar el corazón, para vaciarlo y hacer hueco sólo para que aquella se haga presente y desde ahí nos transforme, nos mueva, nos sobrepase y nos haga renacer.
No nos desesperemos. No nos dejemos llevar por el miedo, la duda o la incertidumbre y seamos pacientes, busquemos la paz, busquemos su paz, la que Jesús nos desea.
Ojalá sepamos abrir los ojos, los oídos y despertemos todos nuestros sentidos para reconocerle entre nosotros y saber escuchar con cariño: Ánimo, dichoso tú porque crees, porque estás vivo, porque me ves, porque estoy contigo.
Un abrazo lleno de la alegría y la paz de Jesús.
DOMINGO 19 de abril en familia 2020 def