En este segundo domingo de Pascua, dejamos pasar a Jesús a nuestro cenáculo, a nuestra casa para que pronuncie sobre nosotros la palabra que esperamos: PAZ A VOSOTROS. Su presencia nos hace sentir que ha resucitado y con él, van cayendo nuestras «pesanteces» y el corazón se nos llena de alegría al ver al Señor. El nos da su Espíritu para perdonar, reconciliar y actuar su buena noticia con quienes están agotados. Hasta ahora hemos ofrecido la eucaristía desde la comunidad, hemos rezados unos por otros, nos hemos animado y alentado juntos.
Ahora, siguiendo al voz del Papa Francisco en su reflexión publicada en la Revista Vida Nueva, «Un plan para resucitar», es tiempo de «accionar», de ponerse en marcha, de llevar a cabo actuaciones concretas que hagan real la fuerza de la resurrección para quienes viven en situaciones dramáticas. Contamos con la solidaridad de nuestra familia, de esta gran Comunidad de Fe de Santa María del Pilar. Vamos a recoger alimentos básicos y recaudar fondos para sostener la acción de nuestros hermanos de la Comunidad de Sant’Egidio que atienden a las personas de la calle y a familia en situación de gran vulnerabilidad. Es hora de hacer que la alegría de la Resurrección y ilumine la vida quienes más lo necesitan.