Parroquia Santa María del Pilar Marianistas

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Navidad en familia: la luz de Jesús

LA LUZ DE JESÚS

Reinventar la comunicación

Motivación

En todo este tiempo que hemos vivido se nos ha “congelado” la comunicación. La “consigna” ha sido siempre la de la boca cerrada o tapada. Sin embargo, nos hemos inventado la comunicación desde el “quiero y no puedo” del aplauso en las ventanas, del codo contra codo y, sobre todo, desde la pantalla del ordenador a través del Skype, del zoom, de la videoconferencia, de la videollamada… Pero no es lo mismo. La imagen está distorsionada, la voz se entrecorta, no hay un espacio común sino yuxtaposición de celdas individuales… Los profesores lo saben bien. Ellos han descubierto que la educación es más que la enseñanza, porque exige convivencia, contacto, relación viva y directa.

En Nochebuena, viene Jesús, realidad de Dios entre nosotros, y nos habla al modo humano: «como amigos, movido por su gran amor… para invitarlos a la comunicación consigo» (Dei Verbum, 2). Ése es Jesús hoy, esta noche.

La voz del profeta

El profeta hoy no anuncia futuros sino celebra presentes: «El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande…; acreciste la alegría, aumentaste el gozo, se gozan en tu presencia… Porque un niño se nos ha dado, maravilla de consejero, príncipe de la paz…» (1ª lectura).

¿Dónde está Dios?

Dios está en la paradoja: lo grande, en lo pequeño; lo infinito, en lo limitado; lo perfecto, en lo inma­duro; lo eterno, en la duración; la meta, en el camino. Hay que hacerse pequeño para poder ver a Dios…

Dicen que Dios ha nacido, dicen que en la tierra está, y que esta noche lo ha visto sólo el que supo mirar: un pastorcito en la sierra, un marinero en el mar, y un corazón que tenía sólo buena voluntad.

             (José Luis Blanco Vega, S.J.)

Luces de la ciudad

Se abre el cielo de la noche y una luz lo atraviesa iluminándolo todo. Se rompe el silencio y se es­cucha un sinfín de voces que ponen palabra a las que el niño Jesús aún no puede decir: «Os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador».

Ahora ya no hacen falta loa aplausos ni las videoconferencias. Dios es comunicación: «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Jn 14,9).

Un gesto comunitario

El gesto de PODER HABLARNOS EN DIREC­TO, como hace Dios esta noche en Jesús.

Todos nos  FELICITAMOS “LAS PASCUAS” UNOS A OTROS mientras cantamos un villancico.