“Fratelli Tutti”, sobre la fraternidad y la amistad social, es la nueva encíclica del Papa Francisco, en la que toca muchos aspectos que ya hemos visto en encíclicas y documentos anteriores, pero esta vez, ante la realidad mundial y local en la que vivimos, nos dirige la mirada hacia la fraternidad y la amistad social, de tal manera que ambas no se queden en palabras, ni en un bello sueño, sino que se hagan realidad desde nuestro compromiso individual y comunitario. El Papa Francisco nos propone como modelo el amor, actuando cada uno de nosotros con la actitud del buen samaritano, que se acerca, se detiene, escucha, atiende y busca respuestas. La fraternidad y la amistad social deben promoverse con hechos que promuevan el bien común, sobre todo con los más débiles y desfavorecidos de nuestra sociedad, propiciando la búsqueda de los derechos de las personas, de su dignidad como ser humano. El camino es el diálogo, la ética, desde una economía que no sólo está dirigida a hacer crecer los bienes y a aumentar las riquezas, sino también al desarrollo de las personas y a la superación de la miseria. Para ello hay que promover la construcción de puentes que busquen encuentros, nunca la confrontación y el levantamiento de muros. “Alimentemos lo bueno y pongámonos al servicio del bien” (nº 77).