La LUZ de un nuevo año:
reinventar el tiempo
Motivación
Hemos vivido muchos meses en una situación histórica inesperada en la que el tiempo ha pesado sobre nosotros con el interrogante de su duración. Casi se nos ha ido el año en ello… Ahora, volvemos a empezar con esperanza. Recomenzar un año no es volver al mismo sitio de antes -¡otro 1 de enero!- sino mirar hacia delante y abrir los ojos, el ánimo, la esperanza, la voluntad y la decisión de reinventar un “tiempo nuevo”…Es nuestra responsabilidad para ayudar a Dios a que siga siendo fiel a la promesa.
La voz del profeta
El único profeta es Dios, que envía su voz a los mensajeros, como Moisés, y les habla de bendición y de esperanza para unos nuevos tiempos: ¡el futuro nuevo es posible!
«El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz. ». (1ª Lectura: Núm. 6,22-25).
Y María escuchaba su voz, la rumiaba, « conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón» (Lc 2,19. Evangelio del día). El futuro sólo es posible desde la interioridad .Por eso María se pone al frente de este nuevo año posible.
¿Dónde está Dios?
Está en la libertad. No estamos “condenados” a repetir la historia, somos libres para reinventar este tiempo. Por eso hay esperanza.
Luces en la ciudad
“La pelota está en nuestro tejado”… Las luces de una ciudad reinventada dependen de nosotros. Por eso habrá que…
• desplazar hacia nuestros ojos, por encima de la mascarilla, lo que antes decíamos a través del abrazo o de la caricia.
• aprender a mirar con ojos de amigos de la vida, con miradas que no juzgan ni condenan, descubrir en los demás sus posibilidades escondidas.
• cuidar el tono de la voz para que comunique aliento y calidez y muestre un interés sincero por escuchar , por compartir.
• re-descubrir el valor de la conversación sin emitir juicios morales.
• descubrir, en la Iglesia, la sinodalidad para caminar con otros.
•Rescatar las palabras de ánimo, las expresiones que devuelven dignidad, fuerza.
Un gesto comunitario
Este primer día del año, es un momento “fuerte” de presentar compromisos. “Año nuevo, vida nueva”, decimos. Se trata, pues, no sólo de “decirlo” sino de “hacerlo”.
•Cada uno piensa su “COMPROMISO” personal, familiar o comunitario de cara a “reinventar un tiempo nuevo” y enciende una velita hasta que haya 12 encendidas.