Son el rostro del asombro. Tomados de la mano de sus profes, entran con la Iglesia vestidos de pastores, cocineros, envueltos en colores, cubiertos con gorros, adornados de sonrisas y a veces visitados por alguna lágrima. Los más pequeños de Santa María del Pilar ha protagonizado las oraciones de adviento con las familias en la parroquia durante esta semana. Sus villancicos, sus plegarias leídas despacito, nos traen un guiño de la bondad de Dios y nos anticipan ya que su ternura quiere visitarnos y llenarnos de alegría y de paz. Un beso, queridos niños y gracias profes, por vuestro magnífico y paciente trabajo.