Queridos amigos y amigas:
Anoche, en medio de la plaza de nuestra parroquia y nuestro colegio, el fuego iluminaba la noche espantando tinieblas. La luz del Cirio Pascual nos sirvio de guía y nos contagio su claridad. La Palabra nos anunció la resucción de Jesús y el agua del bautismo renovó nuestra condición de hijos de Dios y seguidores suyos. Juntos compartirmos la mesa de los amigos del Resucitado. Ahora toca comunicarlo, transmitirlo, ser testigos de la esperanza en medio de nuestro barrio, en nuestro trabajo y con nuestra gente; en la familia y con los amigos. El camina por delante de nosotros hacia nuestras Galileas.
¡Feliz Pascua de Resucción a todos!